Como heredera del clan MacDougall,
Lara, la señora de Lorne, sabía que cuando se casara no sería por amor, pero
jamás habría imaginado que su matrimonio sería un castigo.
Cuando Robert Bruce se hizo con el
control de su castillo, Lara se vio obligada a casarse con uno de sus hombres,
Sebastien de Cleish. Leal a su clan, Lara prometió no rendirse ante el audaz
guerrero.
Pero bajo la cota de malla y la
armadura se escondía el corazón valiente de un caballero dispuesto a convertir
a Lara en su esposa... en todos los sentidos.